En la filosofía del Tao se llama Yin Kuo al movimiento de equilibrio que afecta
nuestra conducta en su relación con el entorno real.
Difícil de predecir sin embargo los seguidores saben que, al no ser el hombre
independiente en su actuar de la realidad, el efecto de sus acciones desembocan
en una correspondiente y proporcional respuesta. Un eco.
El Yin Kuo es esta respuesta y las fuerzas que en ella se manifiestan.
Los hindúes a menudo pretenden asociar al Yin Kuo con la llamada ley del Karma.
No es un sinónimo sin embargo.
La correspondencia en este concepto taoísta no se hallan remitidas a la
dogmática religiosa del bien y el mal. Es un movimiento natural de equilibrio de
matices mucho mas complejos que algo concebido por los hombres como negro o
blanco. Siendo correspondencias de tipo universal sus patrones no son fáciles de
apreciar en limites, como el mismo Tao.
El taoísta no conoce absolutamente el Yin Kuo, lo ve parcialmente, a veces fugaz
o a veces más plenamente. Lo percibe, no lo puede capturar. Este conocimiento
del equilibrio en la conducta que denominamos Yin Kuo, tiene los mismos patrones
en el ambiente de lo que llamamos Feng Shui o en el Movimiento de lo que
llamamos T’ai Chi (por supuesto, en líneas muy generales)
Estimulados en el hecho que el taoísmo busca comprender el Camino (de muy
difícil aprehensión) usando posiblemente actos esenciales (que llamaríamos Wu
Wei), muchos pensadores intentaron enseñar algunos descubrimientos logrados para
captar el Yin Kuo, logrando conductas aceptables a la Armonía universal.
Interpretando que estos sabios tienen un aporte invaluable dejaremos algunas de
estas descripciones en sus propias palabras traducidas. Presentamos a
continuación un breve K’o (salmo, poema) de la Asamblea de la Montaña del Oeste.
Fuerzan la mente los hombres de talento limitado
Y en ello radica su perjuicio
Quien fuerza la acción nada bueno consigue
La melancolía hace daño al interior humano
La tristeza embota la mente vacía
La ira repentina roba la energía interna
El afecto excesivo ahoga su circulación
Pasar el tiempo entre chimes y chanzas hacen perder el tino.
La cacería y la competencia diluye el espíritu.
El exceso de comidas y bebidas deja aletargada la percepción profunda
Ir con prisas y agitación por la vida destruye la serenidad.
Desbocar la risa hasta el llanto hace que el Sentimiento Interno nunca brote
Limitarse a hacer las cosas por afán es nocivo para la conducta.
Estas son faltas básicas del Equilibrio Yin Yang en la forma de ser
Los que por años permiten que se acumulen
Morirán antes de perecer
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